Análisis y propuesta
Transformar la comunicación popular en pensamiento crítico y liberador
Por: Alberto Medrano (*)
Es muy interesante reflejar el tema de la comunicación sin prejuicios y zancadillas, por ser este medio de interrelación humana vital para la transmisión de mensajes y la famosa —pregonada y distorsionada— retroalimentación o más conocida como "feedback", donde lo transmitido o enviado retorna al lugar de origen, conociendo de esa forma la manera de pensar y sentir de una población determinada o al publico que se dirige.
En el mundo de la comunicación existen dos enfoques, que son: positivista y crítica. El primero, se concentra en imitar el método de las ciencias naturales, busca leyes universales incambiables , propone que el científico sea neutral, respeta al empirismo como método y tiene una perspectiva funcionalista por no cuestionar el rol de los medios en la desigualdad de poder en sus facetas de producción; la segunda, analiza las características de las sociedades contemporáneas y cuestiona las desigualdades económicas y educacionales, estudia a la "comunicación" dentro del amplio contexto social, no se basa en la neutralidad y se compromete con el cambio social e interroga la función de los medios de comunicación en relación a la hegemonía ideologizante.
El enfoque positivista, históricamente surgió y se desarrollo en los Estados Unidos, y sus precursores son: Lazarsfeld, Berlo, Laswell y otros, mientras, el enfoque critico, apareció en escena en Europa y precisamente con los "neomarxistas", caracterizados en el material comunicacional de la Escuela de Frankfurt (Alemania 1940), al pasar las décadas estos paradigmas se trasladaron —o exportaron y surgieron— a América Latina e incluso esta parte del mundo efectivizó mayúsculos aportes en la Escuela Culturalista Latinoamericana, sus máximos representantes fueron: Barbero de Colombia, Canclini de Argentina, Orozco de México y Beltrán en Bolivia.
Por ello la comunicación es un campo científico social relacionado con la corriente crítica y la comunicación popular esta insertado en dar respuestas las necesidades de la población e inmiscuido en dar mayor cabida a los valores humanos, sociales, democráticos, generacionales, de identidad; empero busca el cambio en la sociedad. En tal sentido se debería mecanizar aspectos que ayuden a la transformación de la sociedad, en la parte económica y política, y buscar vías para vulnerar los escenarios capitalistas, neoliberales y de globalización.
La comunicación popular aborda la transmisión de mensajes a través de su contenido, podíamos hablar de los "mini medios", se podría conceptualizar esto en la producción de: socio dramas, radio bocinas, teatrillos, mimos, periódicos populares, murales, paneles, boletines, afiches y volantes y el más interesante: el periodismo popular, de este último más que mencionar su definición científica o teórica, se concentra en lo que el pueblo piensa, para realizar su "organización" y conocer legítimamente sus derechos y deberes, transformando la información en un "bien común" que este al servicio de la sociedad, en nuestros días este subgénero periodístico se encuentra en proceso de innovación con la participación masiva de los ciudadanos, por que el lenguaje que utiliza es legible, sencillo y fácil de comprender. En pocas palabras, con los mini medios se promueve la "intercomunicación" y el "periodismo ciudadano", ya que se enfatiza en buscar que el pueblo sea el actor y protagonista principal en los procesos históricos.
Sin excluir algunas conceptualizaciones, no es redundante mencionar que la comunicación se encarga en tres misiones fundamentales: informar, educar y entretener; el primero, por convertirse en un instrumento de veracidad en las noticias, el segundo, adopta el estudio del comportamiento de la socialización de los individuos y el tercero que consiste en tratar de distraer la coyuntura política de un país, y en la actualidad esta definición la forjan en la realidad los mass media —medios de comunicación de masas— identificados al modelo estadounidense, basado más en lo cuantitativo y menos en lo cualitativo. Trasladando estas teorias a Bolivia, medios como: ATB, UNITEL, RED UNO, Radio Panamericana, bolivia.com, La Razón y El Nuevo Día efectúan su trabajo tergiversando la realidad nacional, interfieren de forma terrible la política y no hacen una verdadera comunicación donde el "pueblo tenga la palabra" y sea el artífice principal en los movimientos sociales.
Ahí se tendría que apuntar si los mass media están desgastados, la "comunicación popular" debería levantar sus alas, para tomar vuelo y salir a la palestra y con esta propuesta se podría luchar por conseguir mini medios de comunicación alternativos verdaderamente identificados con el pueblo y no de pseudos izquierdistas o tendencias afines de tinte anarquista camuflada con discursos supuestamente —según ellos— revolucionarios.
Los elementos de los mini medios serían coherentes para realizar esta transformación en la actual política del país, no con el objetivo de continuar con la mediocridad y el atraso, sino para generar nuevas políticas en la educación y comunicación de esencia liberadora y con una idiosincrasia propia y única.
Antes de ingresar al siglo XXI la comunicación y educación estaba dirigida a la deformación y opresión al pueblo, contemplando el subdesarrollo de las clases sociales y que eso en nuestros días tiene que cambiar o como decía Carlos Marx y la Dialéctica: "todo esta en constante movimiento y renovación" y "todo lo que caduca merece perecer", la expropiación de imaginarios ajenos a la realidad tiene que prevalecer y lo que se debe implementar en gran magnitud es la comunicación y educación popular con espíritu liberador, con pensamiento critico —previo examen cognoscitivo personal— en el análisis de nuestra sociedad y destapar todo lo que se esconde por atrás —como los medios de masas que sirven a grandes transnacionales— con sus intereses de dominio heterogéneo.
A la Asamblea Constituyente le correspondería enfocarse en tratar temas proposititos, pero se centran en tratar asuntos de mínima importancia nacional, como: la Capitalía, las Autonomías Departamentales o la Autonomía Universitaria, deberíamos preocuparnos en la subida de precios de la canasta familiar —pan, carne, leche— y la inflación (o como contrarrestar) e incluso esta transformación se la debe impulsar desde el hogar, el trabajo, la escuela, la calle, con los vecinos, en las iglesias, en la universidad, en las reuniones o asambleas y en todo el país entero. Para concluir se debe implantar una filosofía comunicacional y educativa, de representación orgánica, constructiva, critica y liberadora para bien de las comunidades.
Educar a un hombre es educar a un individuo; cuando se educa a una mujer, se educa a toda la familia
Mac Iver
(*) es estudiante de 5to Año de Comunicación Social - UPEA
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