Anata y carnaval: ¿Celebración o diversión?
Simón Yampara H
Pueblos sufridos oprimidos –tercer mundistas- desde la visión de los otros, dirían que se pasan "derrochando energías", divirtiéndose, mejor dicho celebrando, pues ni bien terminan con el iqiqu y la alasita ya entran a la anata y carnaval. Pero hay algo que precisar y aclarar, mientras en los países llamados del "primer mundo" las vacaciones son sagradas, aquí en los del tercer mundo al lado de la desocupación galopante y la pobreza material lacerante, por que no decir por el colonato y la explotación colonial, allí donde hay relación obrero patronal y por el auge del ciclo agrícola en las comunidades y los ayllus, no se conoce ni hay costumbre de vacacionar, aquí viene la pregunta ¿por que no son atrofiados, locos o estresados?, las respuestas pueden ser variadas y axiomáticas dependiendo de la lógica, la matriz civilizatoria cultural y el paradigma de vida que implica cada una de ellas. Lo cierto es que en los andes, sobre todo los pueblos qullana denominados hoy como originarios/indígenas cada cuatrimestre tienen una serie de manifestaciones celebratorias y una de ellas es anata/ celebración mayor a la producción, productividad, los bienes y las riquezas que se han logrado en la gestión semestral y anual del calendario agropecuario. Pero también otros se divierten en sexo, delincuencia y hasta atribuyéndose que por tradición lo hacen, sin decir a ¿que tipo de tradición se refieren, a la colonial o ancestral?. Aquí lo cierto es que la celebración se hace emulación, encuentro y tinkhu con las deidades naturales, a la indumentaria de la pachamama con variados colores del arco iris y productos que se transforman en bienes y riquezas, también, desde luego, al apareamiento de la juventud y la reproducción humana. Eso es vacacionar celebrando.
Entonces la expresión diferenciada anata para unos y el carnaval para otros; hoy se nos presenta acompañado con un feriado prolongado que para unos es sexo, delincuencia, tradición, para otros es celebración a la producción alimentaría, las riquezas y la reproducción humana. La pregunta es: ¿Por que de esa diferenciación?
La verdad es que por mucho que pregonemos procesos de interculturalismos y plurinacionalismos, más allá de los inter y pluri, están las dinámicas de las matrices civilizatorio-culturales, la centenaria occidental monoteísta aún con poses hegemónicas y la ancestral milenaria en convivencia asimétrica en los centros urbanos y convivencia cosmogónica en los ayllus andinos y allí donde están asentados los aymara-qhichwas
Esto para los antropólogos, etnólogos y culturalistas es la expresión de una simbiosis y hasta un sincretismo de la pluralidad de expresiones culturales y el movimiento de la estética del cuerpo, libertad, libertinaje, baile y sexo gozo social. Eso para nosotros es el carnaval proveniente de la matriz civilizatoria cultural occidental. Aquí la indumentaria es mostrar la naturalidad del cuerpo físico de lo mas descubierto -¿Adán-Eva?- y provocativo al sexo, con mascaras que cubren la identidad y el rostro de la cara. Esto es un contraste con la gente proveniente de otra matriz – la andina- que cuanto más vestidos y de variados colores es mejor, puesto que la pachamama también esta vestido de variados colores y mantos y exige que sus hijos/as estén de la misma manera.
Por eso, para los amwt'as, los yatiris, los chamakanis, los kallawayas y el pueblo aymara-qhichwa qullana, estacionalmente en el auge de la época de lluvias –jallupacha- tiene que ver con la maduración de producción agrícola la reproducción y engorde de ganado, las deidades naturales, los espacios de cultivo, de pastoreo –aynuqas- los sistemas de irrigación natural, el hábitat ecosistemica natural, de la Tapa, del Kuntur mamani [la casa], a quri-tapa, qulqi-tapa/ deidades del oro y la plata, de la reproducción de la riqueza, de puquturu mama puquturu-mallku/deidades de la papa macho/hembra… Es la mayor celebración del calendario agropecuario [con chhalla] a la maduración de la producción de alimentos, de los bienes y las riquezas, de la vivencia convivial y el apareamiento de la juventud. Es una celebración cosmo-convivencial que dura todo el mes de febrero, se inaugura los primeros tres días en este caso del mes de febrero que termina en la semana de tentación, guiados y orientados por tinkus, bailes intercomunitarios –encuentros inter-ayllus en la marka- como el phujllay de los Yamparas, a fin de encaminar las energías hacia el paradigma de vida del suma qamaña, puesto que hasta las deidades naturales, como la pachamama está cubierta de indumentaria con variados colores, proveyendo de productos y bienes transformados en riquezas también deidalizadas como quri-tapa, qulqi-tapa/ nidos de oro-plata, desde luego, también está destinado al apareamiento de la juventud y la reproducción humana. Esta dinámica esta acompañado de una serie de coplas e interpretación de música comunitaria con instrumentos nativos como la tarqueada, la mozeñada, las zampoñas y eventualmente los charangos.
Entonces como verán, cuidado con las lecturas de sincretismos, simbiosis, iner y pluriculturalismos que aún se resisten a entrar a lecturas de las matrices civilizatorio-culturlaes y la convivencia de los mismos, que solo describen el estilaje o exhibición del cuerpo, diversión, sexo y actos delictivos, sobre todo consumo del alcohol, eso es la manifestación del carnaval [jugar con la carne del cuerpo embriagados], pero encubren -como la propia expresión de la matriz ancestral milenaria-, la celebración a la producción alimentaría, el ayni/reciprocidad con las deidades naturales, de empatía entre la indumentaria de la pachamama con la indumentaria de la gente de los pueblos… Sin embargo, todos parecen emular y simular la anata y el carnaval como sinónimos o camino a la simbiosis societal y un mestizaje hibridado, con poses de simbiosis e interculturalismos, de encubrimiento del racismo colonial. Eso es continuidad colonial monoteísta, teocentrista y encubrimiento de procesos y dinámicas de descubrimiento del otro, de los pueblos qullana con sus valores y virtudes que por la lógica y practica convivial quieren forjar un encuentro, un t'inkhu, para lograr el respeto mutuo, entre gentes provenientes de las diferentes matrices civilizatorio-culturales, por tanto, intercivilizatorios, en procesos conviviales y de armonía.
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