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30/8/10

Celos infundados terminan con vida de algunas mujeres.

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De acuerdo a los registros de EL DIARIO, hasta la fecha se efectuaron
cerca de 10 levantamientos de cadáver de mujeres en la ciudad de El
Alto, de ellas tres fueron quemadas, dos degolladas y el resto fueron
desfiguradas, muertes que en su mayoría estarían relacionas a motivos
pasionales y que generó preocupación en la Federación de Juntas
Vecinales (Fejuve), según la dirigente, Mirtha Copana.

El Código de Procedimiento Penal (CPP) condena los delitos contra la
vida y la integridad corporal, en los artículos 251 hasta el 261; desde
homicidios y asesinatos, el último con 30 años de reclusión sin derecho
a indulto, por la existencia de alevosía o ensañamiento.

Mientras que las otras sanciones en los delitos de homicidios varía
desde seis meses hasta los 20 años, pero la Fuerza Especial de Lucha
Contra el Crimen (Felcc), no tiene el registro de la totalidad de los
casos calificados como "muertes violentas de mujeres", las cuales
concluyeron con la sentencia de los responsables de estas desapariciones
por razones pasionales.

Pero algunas organizaciones de mujeres como el Centro de Información y
Desarrollo de la Mujer (Cidem), cataloga estos asesinatos como
"feminicidios", al momento este denominativo no es reconocido como un
delito en las normas vigentes, por lo que proponen la modificación del
mencionado Código, con la finalidad de incrementar las sanciones, por
registrarse entre los casos el denominado "odio a las mujeres", aseguró
la licenciada Felipa Mortecinos de la Universidad Pública de El Alto (UPEA).

AMORES QUE MATAN

Las muertes violentas en contra de mujeres de acuerdo a los registrados
en la ciudad de La Paz y El Alto registran un incremento del 46% en
comparación con la pasada gestión.

El 2009 se reportaron cerca de 28 casos de mujeres asesinadas por sus
compañeros sentimentales, mientras que en el cuatrimestral del presente
año se identifica a 15 casos en ambas ciudades, de acuerdo a los datos
reportados por la Felcc Departamental.

Pese a la vigencia del Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la
Mujer (Unifem), la cual aplica programas en América Latina desde 1997 y
la serie de reuniones, talleres, seminarios, charlas efectuadas por
parte del Cidem, con autoridades policiales, por el incremento de las
muertes violentas de mujeres, efectuadas por sus compañeros pasionales,
a la fecha en la ciudad de El Alto, los índices estadísticos de estos
casos van en ascenso, mientras medios televisivos, escritos y radiales,
desglosan los detalles de los cuerpos hallados, pero no de la conclusión
de cada una de esas muertes, abandonando el seguimiento y siendo
permisibles a la impunidad.

"Lastimosamente, desde la aparición de los medios de crónica roja o
denominados amarillistas, las muertes de niñas, jóvenes y mujeres que
dejan en la orfandad a sus próximas generaciones, sólo tiene vigencia 24
horas o segundos, pero en ningún momento se tiene seguimiento,
propuestas de mejorar nuestras condiciones de convivencia entre seres
humanos que impidan la pérdida de nuestros valores", recomienda la
licenciada de Comunicación Miriam Catacota.

Por su parte Gladys Alejo, técnica de la Red Nacional de Trabajadores de
la Información y Comunicación (Red-ADDA), exhortó a los medios de
comunicación a realizar un seguimiento de los casos mencionados, para
que los culpables no queden sin sentencia, pero pidió que las muertes de
mujeres con violencia no sean motivo de sensacionalismo.

"Nos estamos perdiendo en uno de los principales problemas que registra
las muertes violentas en contra de las mujeres, que está relacionado los
problemas psicosociales que conlleva este tipo de determinación", dijo.

IMPUNES

Para funcionarios de la brigada de protección a la familia, en muchos de
los casos de violencia en contra de las mujeres, se inicia desde las
primeras confrontaciones verbales que la mujer registran en la etapa del
enamoramiento, para luego concretarse en golpes en la fase del
matrimonio y llegar hasta la muerte.

La violencia sexual y psicológica que ocurre dentro de la comunidad,
incluyendo la violación, el abuso sexual, el hostigamiento sexual, y la
intimidación en el trabajo, en las instituciones educativas, y en
cualquier lugar, el tráfico de mujeres y la prostitución forzada.

Si algo ha caracterizado a nuestro sistema de justicia penal es la
impunidad. Muchos son los factores que han contribuido a ella: ausencia
de un marco normativo acorde a la realidad delictiva, falta de
capacitación y profesionalización de los servidores públicos;
corrupción, dilación en la aplicación de la justicia, ausencia de
protección a víctimas y testigos, abuso de poder, penalización de la
pobreza, abuso de la prisión preventiva, falta de aplicación de
sustitutivos a la prisión, entre otros.

La situación se agrava en el caso de las mujeres, independientemente de
que todo ello puede padecerlo en su calidad de víctima o de presunta
responsable; también tendrá que enfrentar actitudes negligentes o
discriminatorias por el solo hecho de ser mujer.

Muestra de esta forma de proceder, son los homicidios cometidos contra
mujeres, de los cuales no se tiene registro cuántos autores de dichas
muertes llegaron a los penales y si aún mantienen su sanción o ya
salieron con libertad condicional, observó Sergio Cárdenas, abogado
penalista.

El Diario.

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