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6/3/21

De las comunidades a los barrios. Un fragmento de la historia de El Alto.

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Gustavo Adolfo Calle Laime/ Periodista 

Para Jichha Voces Salvajes

Vamos a hojear un episodio de la historia de la ciudad que hoy cumple 36 años: El Alto. Lo haremos con ayuda de Juan Manuel Arbona, un incansable investigador de esta ciudad. 

Lo primero que hay que subrayar es que la transformación de las comunidades en barrios en Alto Pata Marka (El Alto) está atravesado por tensas luchas jurídicas entre comuneros aymaras y un conjunto de familias terratenientes. Así lo retrata Juan Arbona cuando indica cómo, en 1925, la familia Ormachea, dueña de un club de golf, pretendió adjurarse un terreno comunitario para la práctica de ese deporte en la actual Zona 12 de octubre de El Alto. Según cuenta, esto motivo un juicio que fue llevado a cabo por los comuneros y que por fortuna de éstos obligó a los Ormachea a instalar su club un poco más abajo de la localidad de Achocalla. 

Sin embargo, esto sólo sería un fugaz episodio. Más pronto que tarde, varios terratenientes, apoyados en el artificio legal del "uso social del suelo" lograrán la adjudicación de tierras que los Ormachea pretendieron. 

"Terrenos baldíos", un lenguaje usado desde tiempos de la colonia para referirse a los suelos que los ayllus aparentemente no usaban, será empleado para abrir la puerta a los terratenientes mestizos ansiosos de adjudicarse tierra en El Alto. A este lenguaje, según Arbona, se sumó el argumento legal "uso social del suelo" que trajo la Reforma Urbana que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) aplicó desde 1954.

Entre 1908 y 1934, los padres de Julio Tellez Reyes obtienen terrenos que terminan convirtiéndose en la hacienda San José de Charapaqui. Arbona afirma que para adjudicarse éstos y más terrenos, la familia de Tellez promete a los comunarios otorgarles lotes. 

En 1954 con la mencionada Reforma Urbana, el radio urbano de la ciudad de La Paz se extendió hasta El Alto. Según Arbona, esto incidió para que la Reforma Agraria de 1953 no tuviera efecto jurídico en varios espacios agrícolas de El Alto. 

A diferencia de la Reforma Agraria que dice que "la tierra es para quien la trabaja", la Reforma Urbana señala que la tierra tiene que cumplir con un "uso social", de ahí el argumento "uso social del suelo". En ese escenario, como señala Arbona, "se dieron las condiciones" para que cualquier organización, federación o entidad colectiva cuente con el precedente jurídico suficiente para el acceso a la tierra. 

Así, lo que hizo Julio Tellez, a través de varios apoderados como el tío Tola, Pascual Segalez, Ascencio Apaza, Benigno Gómez, entre otros, fue contactar a varias federaciones interesadas en la adquisición de "sus" tierras. De este modo, Julio Tellez vendió tierras a la Federación de Excombatientes de la Guerra del Chaco, a la Federación de Empleadas Católicas, y al Sindicato de Trabajadores de la Metalúrgica Volcán. Se les vendió terrenos que estos grupos decían iban a lotear. 

Ahora, con el argumento del "uso social", si los comuneros querían hacerles juicios a los compradores, ya sea porque las tierras habían sido obtenidas de manera fraudulenta o dudosa, tenían todas las de perder, ya que, en forma, las federaciones cumplían con los requisitos de una "función social".  Entonces, como apunta Juan Arbona, los comuneros no tenían muchos argumentos y consistentemente perdían frente a las Cortes cuando azuzaban a un juicio. 

En ese contexto, como afirma el investigador, comienzan a formarse los primeros barrios como Villa Dolores, Villa Bolívar, Caluyo, Primero de Mayo, Villa San Juan, etc. Ya casi mecánicamente y con un ritmo más acelerado, un gran espectro de organizaciones irá adjudicándose terrenos en El Alto, desde la asociación de canillitas de La Paz hasta la Asociación de Policías y Maestros. Este fue el paso de la comunidad al Barrio, por lo menos en las urbanizaciones más antiguas de Alto Pata Marka.


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