El MAS y los desaciertos, la dispersión de sus concejales lo acorralan

El PP al borde de perder el control de la comuna alteña

Redaccion APA

El alcalde Nava no sólo está acorralado por los dirigentes, sino por el MAS y por el desacierto de sus colaboradores. El concejal masista Morales y Apaza surgen como los primeros aspirantes a convertirse en la principal autoridad de El Alto. Nava puede salvar su gestión sólo con el apoyo del MAS, el PP le ha bajado el pulgar. En una correlación favorable, el MAS no centra sus acciones en la toma de la comuna porque está dividido como regional.

Acorralado por los desaciertos que cometen cotidianamente los colaboradores del actual alcalde Fanor Nava, la dispersión de sus ocho concejales y por el Movimiento Al Socialismo (MAS), en la nueva coyuntura que vive el país, el partido Plan Progreso (PP) está al borde de perder el control de la administración de la comuna alteña, el cual pasaría por la destitución del burgomaestre, quien en casi nueve meses de gestión aún no hace pie como autoridad.

Nava que accedió al cargo principal como una de las opciones del PP por su experiencia de cinco años de concejal y por no estar en el centro de sospechas de irregularidades, tomó el control de la administración de la comuna alteña en septiembre del año pasado, inclusive con el apoyo de los concejales del MAS por ser vecino alteño. Sin embargo, el apoyo que tuvo al ser elegido como el sucesor del jefe del PP, José Luis Paredes, hasta hoy se ha disminuido significativamente.

Acostumbrado en base a las decisiones de Paredes, los concejales y militantes (funcionarios) del PP desde que el actual prefecto se alejo de El Alto no tienen el látigo encima para funcionar orgánicamente, por el que los ocho munícipes formaron tres tendencias en el partido que controla el gobierno municipal.

Si bien, el PP está fracturado al interior del Concejo Municipal donde los concejales actúan más en proyecciones personales, en vista a que sus acciones lo circunscriben en los distritos al que aducen representar, el MAS no se halla en su integridad como para decidir por unanimidad tomar el control de la administración de la comuna alteña, debido a que su regional está dividida en dos fracciones que se agreden mutuamente.

Correlación de fuerzas acorrala al PP

El PP que a la cabeza de Paredes arraso en las Elecciones Municipales del 2004, logrando obtener ocho de los 11 concejales, tras las Elecciones Nacionales que se cumplió en diciembre del año pasado, perdió su correlación favorable en la ciudad de El Alto a manos del MAS que logró ganar los cuatro diputados uninominales.

Sin embargo, la alta factura de la correlación lo paga el PP por haber formado parte de la agrupación ciudadana Poder Democrático Social (Podemos) que encabeza el ex presidente de la Republica Jorge Tuto Quiroga.

Los alteños que fueron protagonistas del movimiento social que depuso del poder al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en las jornadas de la denominada Guerra del Gas, tienen señalado a los concejales del PP como aliados de Podemos, organismo al que consideran como parte de la tendencias neoliberal que gobernó Bolivia por más de 20 años.

En el movimiento social, el ministro de Educación Félix Patzi despojó al PP del control de la Federación de Padres de Familia (Fedepaf), organización que ponía el contrapeso a las organizaciones controladas por el MAS en El Alto. Franklin Lavayen, ex presidente de Fedepaf y actual diputado suplente de Podemos, en su calidad de militante del PP sirvió de base social al ex alcalde Paredes en toda su gestión, a cambio de varios privilegios que gozaban algunos dirigentes de las juntas escolares.

Neutralizado la Fedepaf, el PP tiene una correlación desfavorable, por el que sus concejales se juegan su continuidad en las próximas elecciones acercándose a los distritos.

Nava que a diferencia de los ex alcaldes, se acercó significativamente a los dirigentes de las organizaciones sindicales y vecinales de El Alto para iniciar un virtual co gobierno, concluye como una especie de rehén de los dirigentes que le exigen cumplimiento de algunos compromisos que van desde demandas sectoriales hasta personales. El alcalde que desde hace tiempo inicio una salida de la administración, nunca logró controlar a las organizaciones alteñas, en vista a que muchos de los dirigentes que están como sus aliados no comulgan con sus bases.

El problema del recojo de basura abrió un rechazo y cuestionamiento radical hacia Nava, en vista a que los dirigentes de las organizaciones sindicales que defendían a la actual empresa de recojo de basura (Colina) concluyeron perdiendo ante las entidades vecinales, las cuales apuestan por las microempresas para el aseo urbano.

Sin embargo, el error que le abrió las puertas anchas de las metidas de pata fue el problema de la empresa Consorcio, al cual se le adjudicó un paquete de 39 pavimentos, los cuales tienen un retraso en la ejecución. Los vecinos de los distritos 2, 5 y 6 ya pidieron la renuncia del alcalde, pero el Comité de Vigilancia más benevolente le dio un plazo hasta el 1 de julio para que inicie las obras, si no lo hace pedirán su renuncia y la convocatoria de elecciones Municipales adelantadas, donde ser cortará también las cabezas de los concejales.

Ausencia de liderazgo

El PP nació signada a perecer sin la presencia del ex alcalde Paredes, quien se erigió como el líder absoluto por el que no se interesó en la formación de un nuevo líder de ese partido en El Alto. En ese contexto, eliminado de la carrera hacia la silla de burgomaestre y de la presidencia del Concejo Marcelo Vásquez, se tuvo que optar Nava, considerado como el mal menor. En esa decisión, Marco Antonio Cueto fue eliminado también por el problema de su libreta militar y la concejal Sara Arnez y Enrique Ricaldi, fueron eliminados por si pasado de militantes de Conciencia de Patria (Condepa).

En un nuevo dilema de liderazgo en el PP, todo apunta a que el concejal Martín Apaza quien arrastraría a su posición a la concejal María Luz Uraquini, podría constituirse en el próximo burgomaestre en caso de que logren frenar la migración de algunos concejales del PP hacia el MAS. En fuentes allegadas al partido que sigue controlando la comuna, se habla que Arnez, Ricaldi y Cueto ya se habrían acercado al MAS, debido a que les ofrece mayores perspectivas.

Al otro lado, como una carrera establecida por los acontecimientos y su papel de fiscalizador en la oposición, el concejal del MAS Gustavo Morales, también es considerado como una de las opciones, aunque no tiene el apoyo de su colega masista Wilson Soria, pero ese apoyo lo podría arreglar la cúpula nacional.

Por la falta de liderazgo, en el caso de que acceda Apaza como principal autoridad de la comuna alteña, sólo le permitirá al PP alargar su agonía, en vista a que tiene su muerte anunciada, un precio muy caro por haberse aliado al ex presidente de la República, Jorge Quiroga Ramírez.

En la nueva correlación que se puede abrir en los próximos días en la comuna alteña, cuando virtualmente desde La Paz el PP le ha bajado el pulgar al alcalde Nava, la continuidad de la autoridad sólo puede ser mantenida con el auxilio del MAS. Hasta ahora la actual administración comunal estuvo sustentada por los concejales Ricaldi, Arnez y Acarapi.

Al interior de la administración de la comuna, como una especie de cambio de control muchos de los funcionarios de la comuna desde principios de año fueron sacándose la camiseta roja del PP y poniéndose la camiseta azul del MAS, como un signo de que los funcionarios de la comuna ya advierten el cambio de guardia. Se especula también que el alcalde Nava ya cedió algunos puestos a los masistas.

En las oficinas centrales de la comuna ya se habla en voz alta de una restructuración administrativa que será ejecutada por un alcalde que ya perdió el control de la comuna o que recién podría hacer sentir su autoridad, lo cual solo se podría traducir en los hechos con el apoyo del MAS.

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