La Policía no aclaró ni uno de los 29 asesinatos de taxistas

Inseguridad: Las muertes violentas acaecieron desde 2008. Ninguno de los
vehículos robados fue recuperado hasta el momento. Quedaron 50 huérfanos.
Ni la Policía ni la justicia han podido resolver ni uno de los 29
asesinatos de taxistas ocurridos en El Alto desde 2008. Los choferes
agremiados en el Sindicato 29 de Mayo alistan medidas de presión para
revertir esta situación de inseguridad ciudadana.
Freddy Baptista, secretario general de la mencionada entidad gremial,
anunció que su sector está dispuesto a llevar adelante otras medidas de
protesta, tales como un bloqueo general de la ciudad, con apoyo de
vecinos, y el incendio del Palacio de Justicia, a causa de su ineficiencia.
Esas movilizaciones quedarán sin efecto al cabo de la reunión que el
próximo lunes sostendrán los dirigentes con el ministro de Gobierno,
Sacha Llorenti, si éste atiende sus demandas.
El dirigente lamentó que "al contrario de lo que se debe esperar, cuando
se presenta una desgracia de este tipo, la FELCC y Diprove sólo nos
piden dinero y no vemos resultados de su trabajo".
Cuando se halla el cuerpo de un chofer, el dirigente denunció que los
investigadores exigen dinero para los guantes, formolizar los cadáveres,
tomar las impresiones digitales, las baterías de la máquina fotográfica,
para las ampliaciones de las fotografías y para sus pasajes. En la
morgue, el cuidador pide otro monto por haber lavado el cadáver, y la
autopsia tiene otro costo.
El teniente coronel Adolfo Cárdenas, vocero de la FELCC alteña, admitió
que no tiene conocimiento de que el personal de Homicidios efectúe tales
cobros y se abstuvo de comentar.
Baptista dijo que Diprove pide, previamente, que el cadáver sea
sepultado y que se presente, posteriormente, la denuncia en un memorial
firmado por abogado, pero "eso sucede cuatro o cinco días después del
crimen y el automóvil ya salió de la ciudad de El Alto.
A fin de optimizar su tarea, todo el personal de Diprove fue relevado y
en tres meses se aprehendió a 10 sospechosos, pero las causas no avanzan
o lo hacen con lentitud.
El modus operandi de los cogoteros o asesinos fue similar en estos
casos. Cada chofer es estrangulado, y si se resiste, es ultimado a
tiros. Según Baptista, "los proyectiles siempre fueron de grueso
calibre, casi podría decir que se trata de armas de uso militar o policial".
Como consecuencia de estos asesinatos, se perdieron 29 vehículos, cuyo
precio alcanza a unos 100.000 dólares y quedaron 50 huérfanos.
"Lo más triste de todo esto es que hubo compañeros que se prestaron
dinero de instituciones financieras y sus viudas e hijos quedaron con
las deudas".
Si bien en Puente Vela, el distribuidor de la avenida 6 de Marzo,
Senkata y Río Seco fueron los sectores en los que se llevaron a cabo los
crímenes, la zona más peligrosa es el centro.
Desde ese sitio salen los vehículos hacia las zonas alejadas e
inclusive, según Baptista, hubo casos en los que el taxi fue seguido por
antisociales y sobre las vías de retorno echaron clavos para reventar
las llantas. Cuando se aprestaban a cambiar las gomas pinchadas,
acaecieron otros atracos.
La Policía exige dinero a los familiares de las víctimas para investigar.
El domingo acaeció otra muerte
Alrededor de las 07.45 se encontró el cadáver de un varón de entre 35 y
40 años aproximadamente, 1,65 metros de estatura, tez morena y nariz
aguileña. El cuerpo fue abandonado en la avenida Kollasuyo de la zona 30
de Septiembre, al noroeste de la ciudad. Las investigaciones
preliminares permiten suponer que se trataba de un taxista.
A unos 50 metros de donde se halló el cuerpo, se encontró una frazada y
la vaina de un proyectil de nueve milímetros. La bala ingresó por el
pómulo derecho de la víctima y salió por el occipital izquierdo. Se le
disparó de abajo hacia arriba.
Los vecinos consultados por la FELCC dieron cuenta de que la madrugada
del domingo escucharon ruidos extraños y la rauda partida de un
vehículo. Se presume que el móvil del asesinato fue el robo del
automóvil. Hasta el momento no se ha reportado la desaparición de algún
conductor, por lo que el cuerpo, que fue depositado en la morgue del
Hospital de Clínicas de La Paz, permanece sin identificar.
Un atracador de 18 años
Hace tres meses, un chofer aceptó llevar a un joven, casi adolescente, a
la avenida Bolivia entre el distribuidor de la avenida 6 de Marzo y el
cruce de Villa Adela.
Acordaron el precio: 20 bolivianos, y partieron. El pasajero se ubicó en
el asiento posterior, y cuando se aproximaban al destino, el joven cruzó
una soga sobre el cuello del conductor.
Éste luchó por su vida, y para evitar que se consume el atracó, llevó su
automóvil contra un poste de energía eléctrica. El impacto causó un
corto circuito que llamó la atención de los vecinos, quienes salieron a
la avenida principal y comprendieron lo que sucedía, por lo que
redujeron al agresor.
Recibió unos golpes y fue llevado a la Fuerza Especial de Lucha Contra
el Crimen (FELCC), donde se conoció su identidad y su edad: tenía 18
años al momento de delinquir.
El secretario general del Sindicato 29 de Mayo de El Alto, Freddy
Baptista, dijo que los efectivos policiales adoptaron una actitud que
califica de insólita e increíble.
"A los 18 años, cualquiera puede votar, pero para la Policía era
considerado menor de edad".
Los uniformados explicaron que no había delito como quiera que no había
consumado su intención, y al ser menor, no podía ser encarcelado.
"Permaneció arrestado menos de ocho horas y recuperó su libertad. Lo que
es peor, fue nuestro compañero, víctima de un intento de asesinato,
quien tuvo que pagar los gastos de reparación de su coche".
Baptista refirió que, por esa indefensión, los afiliados a su
organización gremial se movilizaron para exigir que la justicia los
ampare en este tipo de circunstancias.
Para destacar
El Sindicato 29 de Mayo es el más grande e importante de El Alto. Tiene
1.800 taxistas afiliados.
Esta entidad gremial cuenta también con conductores de minibuses,
microbuses y colectivos entre sus afiliados.
A diferencia de La Paz, los taxis no circulan por la ciudad, sino que
esperan pasajeros en sus paradas.
Los miembros de esta organización deben pagar una cuota de ingreso, que
alcanza a unos 200 dólares.
Los automóviles no afiliados no pueden detenerse en las paradas o cerca
de ellas para esperar pasajeros.
Las últimas víctimas
Las recientes víctimas fueron:
1. Víctor Ezequiel Nina.
Grupo El Norte. Parada ubicada en el reloj de la Ceja de El Alto.
2. Johnny Apaza.
Grupo El Ceibo. Parada en el distribuidor de la Autopista hacia la
avenida Juan Pablo II.
3. Nicanor Vargas Flores.
Grupo Continental. Parada situada en el cruce de Villa Adela, sobre la
carretera a Viacha.
4. Andrés Choque Choque.
Grupo 15 de Agosto. Parada localizada en la avenida Juan Pablo II
esquina avenida Sucre.
5. Freddy Roque Nina.
Grupo Lagunas. Parada establecida en el antiguo cruce de Río Seco.