La Alcaldía alteña anuncia que tiene dos proyectos para construir terminales interprovinciales, pero aún no cuenta ni con diseño final ni con presupuesto para ese fin. Tránsito opina que aquellas centrales improvisadas provocan congestionamiento vehicular e inseguridad para los pasajeros.
Los únicos beneficiados con esta improvisación son los comerciantes, que tienen la posibilidad de ofrecer directamente al viajero productos, como fruta, comida, refrescos y golosinas. También ganan los restaurantes y la venta de comida rápida.
Las 13 terminales interprovinciales están ubicadas en tres sectores de esta ciudad. El primer sitio se extiende desde el Multifuncional y recorre la avenida Juan Pablo II hasta la extranca a Río Seco. En ese recorrido hay cinco de estas paradas.
El segundo sector está en las zonas 12 de Octubre y Villa Dolores, donde se instalaron otras cinco terminales, dos de camiones y tres de minibuses y buses. El tercer sitio está entre las avenidas 6 de Marzo, Tiwanaku y Ladislao Cabrera, donde funcionan otras tres paradas.
La Razón recorrió estos lugares y encontró que todos ellos están a la intemperie y ocupan hasta dos carriles de las calles y avenidas. Alrededor de estos sitios se han abierto tiendas que proveen de pan, refresco, dulces y otros comestibles a los viajeros. Incluso se encuentran puestos de venta de comida.
Los choferes dicen que están bien en esos lugares, pero los vecinos y Tránsito se quejan, debido a que la informalidad genera inseguridad ciudadana y atrae a los malhechores, además que causa congestionamiento vehicular por la ocupación de carriles destinados al tráfico.
Esta situación se puede observar en cada parada, que tiene permiso de Tránsito para funcionar como estacionamientos eventuales, pero los vehículos las usan de manera constante. Cerca del Multifuncional de la Ceja, los minibuses viajan a Sorata, entre las 05.00 y las 09.00, y ocupan un sector destinado al parqueo. Los viajeros se quejan de que sufren constantes robos, pues los ladrones rondan el sector entre las 23.00 y las 06.00.
Esta situación de inseguridad es constante en las diez terminales de minibuses y buses. "Ya pasó en muchas oportunidades. Se acercan personas que parecen viajeros y luego le arrebatan a uno sus pertenencias", relató Josefina Patzi, quien se dirigía hacia Chaguaya.
En la terminal interdepartamental ubicada en la zona Villa Bolívar A, los pasajeros se quejaron del mismo problema.
Interperie. Detrás de la empresa de chocolates El Ceibo, en el ingreso a la avenida Juan Pablo II, está instalada la parada hacia Achacachi, Huarina, Santiago de Huata y Palcoco, comunidades ubicadas a orillas del lago Titicaca. Allí, los pasajeros esperan, el momento del viaje, sentados en las aceras o dentro de los mismos vehículos, estacionados uno tras otro en la calle René Dorado y anexo Panorámica.
Quienes pretenden abordar un motorizado en jueves o domingo se encuentran con la dificultad de esperar que los vehículos encuentren un lugar de parqueo, luego deben abrirse paso entre los comerciantes, otros pasajeros y los visitantes de la feria 16 de Julio.
"No hay posibilidad de pasar a nuestra parada por la presencia de comerciantes. Tenemos que movernos más adelante. Para partir, tenemos que esquivar o esperar que se despeje un poco la calle", explicó Esteban Laura, uno de los choferes, mientras vendía pasajes a Achacachi.
En la misma vía, cerca del ingreso a la zona 16 de Julio por la avenida Alfonso Ugarte, una fila de minibuses estacionados en un carril espera la llegada de pasajeros rumbo a Coacollo, Taraco, Jesús de Machaca, Batallas, Pucarani, Tiwanaku y Guaqui. En algunas ocasiones se estacionan en doble fila y provocan atolladeros.
Al llegar a estas avenidas se escuchan los gritos mezclados ¡Batallas! ¡Taraco¡ de los choferes o de sus ayudantes, que están parados en los techos de los coches para orientar a los que viajan por primera vez en estos transportes.
La falta de una infraestructura no sólo se hace evidente en las terminales mencionadas; también en la de los buses, que viajan a Caquiaviri, Nazacara, San Andrés y Santiago de Machaca, Charaña o Comanche. Allí las lluvias inundan la avenida Ladislao Cabrera, conocida como carretera a Viacha, lo que hace difícil el acceso hasta los puntos de embarque.
Vecinos dicen que paradas provocan inseguridad
Las paradas de transporte interprovincial provocan el rechazo de los vecinos y de algunos comerciantes, porque ambos grupos consideran que las calles utilizadas con ese fin se convierten en parqueos improvisados, dificultan el tráfico vehicular, atraen a los delincuentes y son sucias.
"Se ha visto que por la presencia de los minibuses, los delincuentes están merodeando. Si no logran quitarle algo a algún pasajero, se acercan a nuestros puestos", relató Mariana Ticona, comerciante en la avenida Panorámica, ubicada detrás de El Ceibo, cerca de la parada a Achacachi.
En el mismo sector, los choferes se quejan a su vez del asentamiento de los comerciantes que, dicen, les quitan espacio para estacionar. "Es difícil, el problema no somos nosotros sino ellos (los vendedores), que se creen los dueños", dijo Félix Tórrez.
En la extranca de Río Seco, los vecinos también se oponen a estas paradas. "No sabemos quién dio la autorización, pero esta terminal no debería existir", indicó Renato Quisbert.
Proyectan dos terminales en dos distritos de El Alto
Miguel Rivas
La Alcaldía de El Alto tiene entre sus proyectos dos terminales interprovinciales. Una será construida —aún no existe una fecha para el efecto— con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la otra con dinero del Gobierno nacional.
El oficial mayor de Obras y Medio Ambiente de la Alcaldía, Carlos Lima, explicó que la primera tiene un financiamiento de 49 millones de dólares. Este monto no sólo será utilizado para la parada, sino en dos polos de desarrollo, en uno de los cuales se construirá una de las terminales. "Estos polos de desarrollo alternativo, ubicados uno en el Distrito 8 y otro en los distritos 5 y 14, consisten en mercados, centros de abastecimiento y centros administrativos, que abrirán la oportunidad a los bancos, entre otros", dijo.
En cuanto a la segunda, la autoridad municipal afirmó que el presidente Evo Morales solicitó que se realicen estudios a diseño final para su construcción en el sector de la extranca a Río Seco.
Lima cree que la instalación de los dos polos de desarrollo demorará unos tres años, tiempo que considera prolongado y que esta ciudad no puede esperar.
Anunció que por ese motivo coordinó con el Gobierno la edificación de otra terminal en el sector norte. "Ésta debe hacerse de manera prioritaria y será de servicio para el sector oeste, a Copacabana y Desaguadero, donde hay más afluencia que hacia Oruro, donde hay transporte interdepartamental", manifestó.
En cuanto a la parada interdepartamental, explicó que cuando se construya también tendrá servicios interprovinciales, pero a lugares cercanos a El Alto. "Tenemos algunos avances interesantes, ésta pasará de bimodal a multimodal". Anunció que ya identificaron un sitio para construirla, aunque no dijo dónde.
Terminales accidentales son motivo de congestión
Las 13 terminales accidentales, ubicadas en la misma cantidad de puntos de El Alto, provocan congestionamiento vehicular y ocupan espacios que están destinados al tránsito vehicular.
El jefe de Planeamiento y Operaciones del Organismo Operativo de Tránsito (OOT), teniente coronel Édgar Chuquimia, consideró que los carriles que ocupan los vehículos de transporte interprovincial podrían, de estar despejados, ayudar a mejorar la circulación de los motorizados.
"Para ser más precisos, la terminal de buses, el sector de El Ceibo —de donde salen a Desaguadero— y la extranca de Río Seco son las más conflictivas para nosotros".
Chuquimia destacó que cada día 118 mil vehículos circulan por El Alto y que esa demanda requiere más vías.
El oficial mayor de Obras y Medio Ambiente de la Alcaldía, Carlos Lima, coincidió con Tránsito en que se debe controlar las paradas interprovinciales, porque, además, reveló que éstas tienen permisos eventuales y no permanentes.
Sólo tres paradas en Villa Dolores y 12 de Octubre tienen oficinas de atención a los pasajeros.
Los puntos de los camiones se encuentran en las avenidas Panorámica y Tiwanaku, frente al regimiento Ingavi. Allí tampoco existen oficinas para la atención de los viajeros.
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