Bolivia: El Alto en su laberinto.
Mario Ronald Duran Chuquimia (*)
En la ultima sesión del consejo municipal de la ciudad de El Alto, los movimientos sociales de esta urbe exigieron la renuncia de los concejales a su vez estos denunciaron que la dirigencia social tendría cuotas de poder al interior del municipio, fue una sesión de ánimos caldeados (1). Este hecho revelo la pugna por el poder que existe en la ciudad de mayor crecimiento demográfico de Bolivia, por lo que es necesario que la ciudadanía alteña reflexione sobre su realidad.
El Alto es la segunda ciudad industrial de Bolivia, por su ubicación geográfica es un excelente articulador con los mercados chilenos y peruanos, por ende con los mercados de ultramar, tiene una excelente calidad de mano de obra, así también mediante ley se promueve la instalación de emprendimientos industriales otorgando diversas facilidades, es decir, un escenario propicio para la industrialización de materias primas.
La administración municipal de El Alto ha recibido en promedio 700 millones de Bs.- para realizar proyectos en beneficio de la población, así también existen diversas asignaciones monetarias de parte del administración central y de los gobiernos departamentales. Así también se debería incluir las donaciones administradas por organizaciones gubernamentales. Es decir se dispone de cuantiosos fondos para el desarrollo.
Sin embargo, pese a este promisorio panorama, la generalidad de la población alteña padece de economías de sobrevivencia, reuniendo los centavos para el día presente, esto se nota en las condiciones de la vivienda, que en su mayoría no tienen acceso a agua potable ni a alcantarillado con los respectivos efectos multiplicadores en la salud y el desarrollo humano. Existe un danza incesante de millones de dólares, mas estos no promueven el desarrollo económico de la población.
El Alto ha perdido el norte, se encuentra en el laberinto de las pasiones políticas, y para lo peor sin un conjunto ciudadano que señale la ruta al Suma Qamaña (2), así también, si la población no cuestiona y fiscaliza la administración de los recursos económicos destinados a esta ciudad cada vez existirán mas personas estirando la mano. Es tiempo de cambiar las cosas y superar el concepto que dice que "al final los pueblos tienen los gobiernos que se merecen".
Notas:
(1) Se puede encontrar mas información en las siguientes páginas web: http://apabol.blogspot.com y http://www.ciudadelalto.org.bo
(2) Suma Qamaña, en aymara, vivir bien.
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