Luis Adolfo Flores Ramírez (*)
La creación y funcionamiento de la Universidad Autónoma Pública de El
Alto – anhelo compartido por todos los habitantes de la nueva urbe -, se
concretó mediante el dictación de la Ley 2556 del 12 de noviembre 2003
al reconocérsela como la Casa Superior de Estudios Profesionales
Autónoma, luego de una larga y permanente lucha de 12 años.
Si bien funcionaba la Escuela Técnica, dependiente de la Universidad
Mayor de San Andrés, los títulos que se les otorgaban era el de
"técnicos medios", que no satisfacía las exigencias alteñas, que se
empeñaron – y lo lograron- contar con una universidad con todas las
atribuciones y prerrogativas que se les confiere a las universidades
estatales del sistema, agrupadas en el Comité Ejecutivo de la
Universidad Boliviana (C.E.U.B.), que "podía y debía formar
profesionales idóneos, comprometidos con su propia realidad, fomentando
las investigaciones científicas, orientar sobre graves problemas
políticos - sociales, exaltar los valores históricos y culturales de la
Nación", defender los derechos del pueblo y su libertad, desterrando el
sometimiento a consignas foráneas. Naturalmente, como primer punto,
defender intransigentemente la autonomía universitaria que permitió
alcanzar la dignificación de las altas casa de estudios y crear
carreras, sin intervenciones ajenas, estrictamente por las autoridades
universitarias que deben de proyectarse con la creación de carreras que
sirvan a los requerimientos sociales y esencialmente dedicados a la
investigación científica.
*HEROICA DEFENSA*
La posición de El Alto en la obtención de su Universidad Autónoma,
generó huelgas de hambres, manifestaciones hasta el centro de la ciudad
de La Paz, Fueron, según sus protagonista, verdaderos héroes. La lista
sería interminable si la insertáramos, pues, se correría el peligro de
olvidar a algunos "héroes" sostenedores a ultranza del funcionamiento de
la Universidad.
*COMPROMISO DEL GABINETE ITENERANTE*
Correspondió al Alcalde de 1991, don Mario Aparicio Duarte, jerarquizar
administrativamente a la comuna alteña. Frente a los problemas que
confrontaba El Alto, y la escasez de recursos, invitó al Presidente de
la República de entonces, Lic. Jaime Paz Zamora para que el gabinete se
reuniera en las oficinas de la Alcaldía y escuchara de propia voz de los
representantes de las instituciones altenas como las agrupaciones
profesionales de abogados, de ingenieros de la COR y la FEJUVE, la serie
de problemas que arrastraban desde hace muchos años; la Alcaldía y el
pueblo mismo en el propósito de solucionarlos, siquiera en parte la
extensión de los servicios básicos como: luz, agua y alcantarillados,
insiste al gabinete itinerante a escuchar de viva voz las quejas de El
Alto. Don Mario Aparicio destaca la presencia del gabinete y solicita
atender las justas demandas del pueblo. Hizo hincapié de la creación de
la Universidad, a fin de que los estudiantes alteños que estudiaban en
"San Andrés" pudieran tener la ventaja de seguir sus estudios en el
mismo Alto, que significaba un ahorro importante para sus familias.
El gabinete itinerante se reunió por tres veces en las oficinas de la
Alcaldía de El Alto, desde las 7.00 hasta las 11.30 de la mañana,
soportando gélidas mañanas; se dio el caso que la primera mañana la
temperatura registraba 2 grados bajo 0. El presidente Paz Zamora nominó
una comisión encabezada por los ministros de educación, Don Mariano
Baptista y de trabajo Don Oscar Zamora. Esta comisión debía de
encargarse de hacer realidad las esperanzas de esa población creando la
Universidad pedida, con amplitud de criterio y bajo los cánones que
exige el funcionamiento de una Alta Casa de Estudios Superiores.
Los parlamentarios Luis Villamor y José Luis Paredes, que pensaban
regresar a seguir cabalgando en el municipio y que se habían proclamado
como candidatos a Alcalde y concejal, también se sumaron al pedido la
creación de la Universidad de El Alto. Fueron elegidos concejales y –
como era de esperar- al no haber conseguido el dominio de la Alcaldía
por mayoría dejaron sus curules a sus suplentes y siguieron ejerciendo
las funciones de diputados.
*DEFENSA TERRITORIAL*
Se conformo, también el grupo cívico de defensa territorial, bajo la
dirección de Don Gregorio Romero, que fue jefe de límites de la urbe
alteña. Esta agrupación que contaba en su seno con dos exministros y
también con personeros que ocuparon destacadas funciones nacionales,
acusó a los Alcaldes Alberto Jiménez y José Luis Paredes de haber
traicionado a El Alto al haber aceptado la desmembración de su
patrimonio geográfico. También sostuvo la necesidad de la creación de la
Universidad.
*ENFRENTAMIENTOS*
La conquista de la Universidad, que celebró todo El Alto, dio paso al
mismo tiempo a frecuentes enfrentamientos tanto por la designación del
Rector recaída en la persona de Javier Tito Espinoza y Vicerrector a
favor de Edgar Chipana Vargas, designado por determinación del obispo de
El Alto Moseñor Juárez. Se imputó a varios miembros del Consejo de
Desarrollo Institucional de haber designado como funcionarios
administrativos de la Casa de Estudios a parientes. Algunos
universitarios fueron procesados; los enfrentamientos fueron frecuentes
y despiadados, lo que evitó que la universidad pudiera funcionar
debidamente y sin interrupciones perjudiciales. Mediante la elección de
nuevas autoridades, con el voto de docentes y estudiantes
universitarios, disminuyeron los enfrentamientos, aunque no en
proporciones alentadoras.
En tal trance es de hacer votos por que la Universidad Publica de El
Alto cumpla sus labores a satisfacción del pueblo y de sus alumnos,
docentes, administrativos y de servicio, en el sano propósito de darle
su verdadera responsabilidad y jerarquía académica bajo los principios
irreversibles e intangibles de la autonomía universitaria.
(*) Docente de la Carrera de Derecho y Ciencias de la Comunicación
Social UPEA
lflores @ javeriana.edu.co
1 opiniones importantes.:
El resultado de este artículo pretende aportar, por tanto, a la reflexión acerca de cómo costó a nuestro pueblo la creación de su Universidad y por ende permite discutir sobre mejora de los servicios de educación que brinda nuestra U y posibilidades reales para el alivio de la pobreza en nuestra ciudad. Y dado los casi nulos estudios de este orden en la ciudad de El Alto, estaríamos hablando de una apertura de análisis y debate, que en adelante proyecte iniciativas vinculadas al establecimiento de políticas y líneas de acción de parte de nuestra universidad. Por eso felicitamos al autor y le instamos a seguir escribiendo en beneficio de nuestra universidad.
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