Violadores ponen precio al dolor de sus víctimas ante la ausencia de la justicia

    El Alto, 07 oct (ABI).- La pobreza, la ignorancia, la mercantilización o lamentablemente la ausencia de la justicia, son los argumentos esgrimidos para transar el dolor de las víctimas de violaciones, entre los agresores y los familiares de las desafortunadas vejadas, en algunas de las comunidades del altiplano paceño y zonas marginales de la ciudad de El Alto.

    Este es el relato doloroso de Miriam Paz, responsable de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia (DNA) del Distrito 2 de El Alto, sobre una realidad manifiesta a diario, pero ignorada, quizá hasta intencionalmente, ante la carencia de recursos y la ausencia de la justicia que para la pobreza es aún inalcanzable.

    "Mientras la Defensoría trabaja para restituir los derechos de los niños y adolescentes, la vida es irónica, en otras comunidades están tranzando los vejámenes. Aunque sean autoridades, como los Jilakatas (líderes de comunidades), no pueden tranzar, porque el dolor y el sufrimiento de las víctimas no tienen precio", afirmó Paz.

    Con escasos recursos económicos y de personal, pero con un equipo comprometido por enfrentar a las agresiones que sufren los menores, la funcionaria de la Defensoría advirtió que no permitirá más acuerdos transaccionales por una violación y hará todo lo posible por conseguir que se haga justicia.

    "Con estos arreglos (violador y vejada) se corre el riesgo de que estos hechos de acuerdos se regularice y se vea como algo normal", lamentó.

MIL BOLIVIANOS

    La Defensora con una manifiesta impotencia pero con la firme decisión de denunciar algunos casos que la impactó comentó sobre el caso de una menor que fue internada en el Hospital Boliviano Holandés.

    "Ella había sido abusada sexualmente, voy al hospital cuando ya había tenido su bebé y ya habían convenido, incluso el agresor estaba ahí. Él le había pagado mil bolivianos a la mamá, la comunidad se puso de acuerdo, de acuerdo a sus propios reglamentos", relató muy molesta.

    A criterio de Paz, la transacción no corresponde porque toda esa violencia, el sufrimiento de la adolescente de 16 años queda en la nada.

    "Los que hicieron la negociación no les duele nada, para ellos es fácil manejar el dinero", agregó.

JUICIOS

    Para descargo de su gestión, comentó también sobre juicios que ganaron con el apoyo de su oficina como es el caso Baltasar, padre sin escrúpulos que violó a su propia hija con quien engendró un hijo.

    "Cada vez decía denúncienme (Baltasar), hasta que la mayor sentó la denunció porque intentó violar a su hermana menor", afirmó.

    Producto de esta acusación, el cruel padre fue remitido a la cárcel antes de la vigencia del nuevo Código de Procedimiento Penal, que por esas fallas y vacíos jurídicos se benefició a los pocos años con la libertad, tras un juicio en la población turística de Copacabana.

    Reconoció que como Defensoría hacen todos los esfuerzos por coadyuvar los procesos, pero la retardación es otro obstáculo para sentar justicia contra los violadores.

    "Él (Baltasar) salió de la cárcel y volvió a maltratar, nuevamente lo metieron porque no cumplió los requisitos", agregó.

    Comentó que en muchos casos la madre es la cómplice que avala todas estas vejaciones sometidas por el miedo en algunos casos y en otras porque al parecer no les interesa.

   "En el caso de Baltasar, la madre porque era cómplice (…) la madre les decía, tú papá está viniendo, ponte la falda, en el día tenía relaciones con la hija y en la noche con la madre", relató.

    Para salir del calvario que vivía estas menores, la hija mayor se fue a vivir con su pareja. La tragedia persiguió a la desdichada mujer que al dar a luz a su hijo, murió aquejada de dolores en la vesícula.

PROCESOS ÁGILES

    Las audiencias, las visitas domiciliarias, no son suficientes, tampoco el número de profesionales (psicóloga, trabajadora social y abogada), porque según esta profesional, desearía que los casos se solucionen en día.

    "Por eso cuando se presentan esos casos, denunciamos violación con todas las pruebas de la ley entre los que se encuentra el informe del médico forense como lo manda el nuevo Código de Procedimiento Penal", dijo.

OTROS CASO

    Comentó también sobre un reciente caso que la llenó de indignación porque constató que un padre de la menor violada pretendió utilizar a la Defensoría para acordar un silencio impune de este hecho criminal.

    "Un padre de familia que solicitó el servicio de la Defensoría, cobró dos mil bolivianos del violador de su hija, quien para que no lo denuncien, le ofreció cuatro mil bolivianos de los cuales le pagó 2 mil bolivianos, prometiéndole que el resto le cancelaría al día siguiente", lamentó.

   Dijo que estos hechos son actitudes que no puedo comprender porque los padres de familia transan con los violadores sin importar el dolor y sufrimiento de las víctimas.
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