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26/3/09

dos taxistas en El Alto sufrieron dos asaltos a mano armada y están vivos de milagro

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Ambos choferes sobrevivieron y se encuentran en terapia intensiva
Delincuentes asaltan y balean a 2 taxistas en la ciudad de El Alto





         


Las heridas de ambos choferes les impiden hablar, y por el momento están en terapia intensiva.

En el curso de las últimas 72 horas, dos taxistas en El Alto sufrieron dos asaltos a mano armada y están vivos de milagro. Ambos reciben ahora atención en terapia intensiva, después de haber sido sometidos a cirugía.

La Policía cuenta ya tres casos de esta naturaleza en El Alto en lo que va de este año, de los que los investigadores lograron reconstruir los hechos.

El domingo por la madrugada, Moisés Chambi Blanco, de 24 años, manejaba su taxi, una vagoneta Toyota blanca modelo Caldina.

Esperaba pasajeros en la Ceja, cuando dos individuos le pidieron que los llevara a la zona Juana Azurduy de Padilla, situada sobre la carretera a Laja, a unas siete cuadras de Río Seco.

Convinieron el precio y los pasajeros subieron al vehículo, que enfiló por la avenida Juan Pablo II hasta llegar a la ex estación de servicio de Río Seco, por donde siguió por el camino a Laja, una carretera asfaltada, vacía y sin iluminación.

En ese lugar, uno de los sujetos sacó un arma y disparó contra el conductor en pleno rostro. La bala, presumiblemente de calibre .22, le causó una herida en la boca, le destrozó la lengua y el esófago y salió por la nuca.

Los atracadores creyeron que su víctima había muerto y la arrojaron del vehículo a un costado de la vía. Estaba inconsciente y no daba señales de vida.

Unos minutos después, sin embargo, el herido recuperó el conocimiento, se levantó y emprendió su caminata con destino a la ciudad de El Alto. No se sabe cómo, pero logró recorrer los aproximadamente tres kilómetros que separan ese punto de la casa de un familiar suyo localizada en Villa Ingenio.

Al comprender la gravedad del caso, el herido fue llevado a una clínica privada de Río Seco, donde le aplicaron los primeros cuidados, pero por el delicado estado del paciente fue derivado al Hospital Sagrado Corazón, ubicado en la zona de El Kenko.

Allí fue sometido ayer a una segunda operación. Esta vez fue para retirarle algunas esquirlas del rostro y la cavidad bucal que podían originarle infecciones y lesiones posteriores.

El segundo caso Ismael Limachi Charca, de 30 años, guiaba el lunes por la noche una vagoneta Toyota Caldina, de color plomo, por el centro alteño; dos personas lo contrataron para que las llevara a la parroquia Cristo Redentor, ubicada en Villa Ingenio, zona del norte de la urbe alteña.

Como en todas las zonas alejadas de El Alto, la iluminación es deficiente y las calles tienen muy pocos peatones.

Poco antes de llegar a ese templo católico, los pasajeros pidieron bajarse del automóvil.

Uno de ellos se aproximó por la ventanilla lateral del conductor y sin que mediara argumento alguno disparó contra el indefenso conductor.

La bala, que también se presume que es de calibre .22, entró por la oreja izquierda y salió por el mentón del chofer.

El segundo hombre se apeaba en ese momento por la puerta derecha trasera, pero Ismael Limachi tuvo la precaución de dejar el motor en marcha en primera velocidad, por lo que sólo aceleró para huir del lugar.

Adolorido por el impacto y víctima de una fuerte hemorragia, el taxista llegó, al mando de su motorizado, a su domicilio, ubicado en Río Seco.

Sus familiares reaccionaron con alarma al ver las dos heridas, los orificios de entrada y salida del proyectil.

Fue llevado de inmediato al Hospital Boliviano-Holandés, donde recibió atención de urgencia, pero fue transferido al Hospital de Clínicas, de La Paz, para que reciba atención especializada, pues su situación era, y se mantiene, muy delicada.

Las heridas abiertas por los disparos impiden que ambos choferes puedan hablar. Su debilidad general les impide comunicarse por escrito.

Los policías revisaron minuciosamente la vagoneta de Limachi en busca de huellas dactilares y otras pistas que conduzcan al esclarecimiento de este atraco, en tanto que del primero no hay muchas pistas.

Indicios

Al primero lo dieron por muerto y lo arrojaron a un costado de la carretera a Laja.

El segundo pudo huir herido de bala al mando de su vagoneta y llegó a su domicilio.

La Policía busca huellas de los atracadores. Todavía no tiene indicios de ambos casos.
Fuente: La Prensa 26-03-09

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