truncada por la falta de respaldo de las organizaciones, la población
y los empresarios en la ciudad de El Alto.
"A pesar de este trabajo en conjunto con la Policía Municipal,
nosotros sentimos que estamos solos. Hacemos nuestro trabajo
arriesgando a muchos de nuestros policías, afirmó el mayor Dayler
Zurita.
De acuerdo con el oficial, "de lo que se trata es masificar este
trabajo. Que se comprometan los vecinos, asociaciones y federaciones.
Los medios de comunicación son vitales en este trabajo y hasta con la
Fiscalía unamos esfuerzos".
En este afán, nos reunimos con la presidenta de la Federación de
Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve) y ella está dispuesta a
comprometer a las bases para resguardar el control civil, informó.
La ciudad de El Alto ocupa el segundo lugar en los índices de
criminalidad en el país. El primero lo tiene Santa Cruz, el tercero La
Paz y el cuarto Cochabamba.
Una muestra de esta situación es que alrededor de las ocho de la
mañana de ayer algunos bares en la Ceja de El Alto tenían aún el
sonido estruendoso de sus amplificaciones, mientras algunos
parroquianos abandonaban los recintos.
En la Discoteca Coco, su personal de limpieza recogía botellas y
restos de una noche de diversión. Con los suelos aún pegoteados de
cerveza, subió la Guardia Municipal junto a Policía Boliviana.
Con este operativo de lo que se trata es intensificar la clausura de
los bares clandestinos en La Ceja. Se quiere aumentar de dos a tres
operativos por día y encontrar de ocho o diez bares ilegales.
La Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve) declaró que para
los ejecutivos y la población es "prioridad máxima la seguridad
alteña".
"Estamos con la idea de trabajar de manera integral con la
participación del Viceministerio de Seguridad Ciudadana, la Policía,
organizaciones sociales, juntas vecinales y es más, con las mismas
bases que son opciones importantes para plantear soluciones", expresó
la presidenta de la organización, Fany Nina.
(www.cambio.bo)
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