Foto: Álvaro Valero/ Página Siete. Los pandilleros cometen delitos en la urbe alteña.
Los líderes de las pandillas juveniles en la ciudad de El Alto exigen al menos cinco requisitos a los jóvenes que quieran integrarse a esos grupos delincuenciales.
Según el exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de esa urbe Ramiro Magne, estos grupos obligan a robar, a agredir físicamente y a mantener relaciones sexuales con sus líderes, en el caso de las mujeres aspirantes.
"Descubrimos que las mujeres deben tener relaciones sexuales con dos o tres líderes del grupo. Estos casos van más allá, porque estamos hablando de hechos de violación", afirmó.
A su vez, las adolescentes deben quitar el novio a la mejor amiga y causar peleas en las unidades educativas.
Magne alertó a la población y dio a conocer que la dificultad del requerimiento varía de acuerdo con la pandilla. Estos grupos delincuenciales son conocidos por cometer delitos de toda índole y obligar a cometer robos agravados o hasta asesinatos a los adolescentes y jóvenes postulantes.
Los líderes piden, por ejemplo, que roben un determinado monto de dinero a su propia familia, como un acto simbólico de ingresar a lo que nombran como un nuevo "círculo familiar".
"Los delincuentes roban a sus propios padres, debido a que mayormente pertenecen a familias disfuncionales, con padres separados y con problemas de comunicación con sus propios hijos", aseguró el coronel.
Una vez realizadas estas pruebas se procede al "bautizo" del nuevo integrante. Los líderes identifican a los nuevos miembros con tatuajes, marcas con cuchillos o símbolos con sangre.
En el caso de los varones, se deben autoinferir heridas con armas punzocortantes en los brazos, muslos o en el estómago, como prueba de su supuesta valentía. Las mujeres, en cambio, deben ponerse aretes o algún adorno en el rostro, en la oreja, nariz, lengua u otra parte del cuerpo.
Para esta "supuesta celebración", el nuevo joven que formará parte de la pandilla debe ingerir bebidas alcohólicas hasta quedar inconsciente.
Cuando el joven ya forma parte del grupo, los integrantes tienen prohibido abandonar la "nueva familia".
"Ellos cuidan ese círculo de amigos y cuando tratan de alejarlos les hacen amenazas y los obligan a permanecer en la pandilla, al amenazarlos con hacer algo contra sus familiares", explicó la exautoridad.
José Flores, un joven que vive en la zona 21 de Diciembre del distrito 2 de El Alto, contó a Radio Atipiri que él y sus cuatro amigos fueron atracados con armas punzocortantes, cuando retornaban a sus domicilios.
Con el auxilio de los vecinos, capturaron a cuatro antisociales y otros tres se fugaron, pero después los denunciaron a las autoridades policiales.
0 opiniones importantes.:
Publicar un comentario