LOCALES ATIENDEN A PUERTAS CERRADAS INCLUSO DURANTE TODO EL DÍA. |
• Organización vecinal pretende hacer cumplir normativas vigentes que no se acatan por parte de propietarios de centros ilegales y clandestinos.
Entre las conclusiones más sobresalientes que concluyeron las cinco comisiones del congreso de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), se aprobó la solicitud a las autoridades ediles y nacionales, sobre la clausura definitiva de todos los bares y cantinas en la ciudad de El Alto.
La proliferación de bares y cantinas en la ciudad de El Alto, en inmediaciones de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), la Ceja de El Alto, además de sectores que tiene presencia permanentes de personas, se encuentra rodeada de bares y cantinas las cuales funcionan de manera clandestina a puerta cerrada, en horarios diurnos.
Fuera de ser calificado al consumo de bebidas alcohólicas como una problemática social en la ciudad de El Alto, afectada por éste flagelo, aseguró su organización Fanny Nina.
PREOCUPACIÓN
Vecinos que viven en inmediaciones de la UPEA, dieron a conocer su preocupación a la dirigencia de Fejuve por la proliferación de bares y cantinas clandestinas que funcionan en horario diurno y vespertino, actividad que no se controla por parte de la Intendencia Municipal y menos por autoridades del Ejecutivo con de faltar efectivos municipales.
"Son más de 20 bares y cantinas de las cuales por lo menos 15 funcionan de manera clandestina con la puerta cerrada de donde nosotros en varios casos hemos sacado a nuestros hijos, en estado de ebriedad o directamente ingresan a las aulas de la UPEA a dormir y hacerse pasar su borrachera, aspecto que no es controlado tanto por las autoridades de la universidad y menos por el Municipio", denunció Juan Sillerico, vecino de la avenida Juan Pablo II.
"En varias casa que usted puede apreciar en las calles donde esta la Upea, los mismos jóvenes saben, como son atendidos por quienes atienden los bares, ellos simplemente tocan la puerta o lanzan piedras a las ventadas y les abren las puertas e ingresan sin percatarse la población que es lo que ocurre al interior de estos antros", explicó una madre de familia.
MODO DE OPERAR
EL DIARIO verificó que entre las calles Víctor Gutiérrez, Juan Ramos y una sin nombre los bares y cantinas que están destinados a los estudiantes, docentes y administrativos de más de 22 carreteras de la universidad pública.
Al interior de los bares y cantinas ubicadas en las mencionadas calles, se registra que las puertas de dichos centros de expendio de alcohol, los jóvenes ingresan después de tocar, para luego pasar por pasillos obscuros y ser atendidos en los mesones, para adquirir los famosos jarrones.
"Generalmente se adquiere a Bs 7, 10 y 15 la jarra de ron o chuflay y quienes buscan cigarrillos se vende al interior de estos centros, por Bs 2 a 3, luego de consumir generalmente se cancela antes de recibir la jarra y dejan estos bares", explica Juana M una adolescente estudiante de derecho.
Cuando existen operativos de la intendencia, generalmente los propietarios de estas casas habilitados como bares y cantinas clandestinas son los primeros en ser noticiados y no abren sus puertas.
Las atenciones de dichos bares y cantinas se registran desde las 07:00, hasta las 24:00 horas, donde estudiantes de las diferentes carreras de la universidad, de colegios y de centros de educación técnica ingresan a consumir bebidas alcohólicas.
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