Álvaro Valero / Página Siete. Hay zonas alteñas que son muy transitadas por la gente.
María Carvallo / El Alto
Incluso, dijeron, los guardias de seguridad privada son golpeados y amenazados por grupos de antisociales. Se atreven a pedir que quiten las cámaras.
Los vecinos de tres zonas de El Alto aseguraron que viven en constante temor e inseguridad porque perciben que pese a las cámaras de vigilancia, instaladas alrededor de sus negocios o viviendas, la violencia no se redujo y los delincuentes los amenazan con tomar represalias en su contra si son denunciados.
Página Siete visitó dos zonas del distrito 1 y otra del distrito 6 de esa ciudad y conversó con los habitantes de aquellos sectores.
Julia Flores, quien atiende un puesto de venta de ropa de lana en el distrito 1, admitió que prefiere no denunciar a los delincuentes que operan en ese sector por temor a que los antisociales tomen venganza contra ella. "Yo veo cómo les abren las mochilas a los chicos, cómo sacan de los bolsillos las billeteras o (teléfonos) celulares, pero no se puede hacer nada.
Si los ladrones se dan cuenta que los vemos, con señas nos avisan que nos callemos y luego pasan por el puesto y nos amenazan: 'Si dices algo, en la noche vuelvo'", relató.
Según la comerciante, los grupos delictivos ya son conocidos por los vecinos y "jamás" son detenidos por la Policía. "Las cámaras no sirven de nada, antes había hasta dos muertos por semana por asaltos y ahora es lo mismo".
El secretario ejecutivo de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, Javier Ajno, reconoció que pese a este sistema de seguridad, la cantidad de cámaras es insuficiente. "Por eso hemos tenido una reunión con el ministro de Gobierno (Carlos Romero) y él se ha comprometido que para el mes de julio se donarán 100 cámaras para El Alto y quizá otra cantidad similar para Cochabamba y Santa Cruz. Se está avanzando y poco a poco los vecinos estarán cada vez más protegidos", afirmó.
Pero mientras se hace efectivo este proyecto, los vecinos aún viven con miedo y no confían en el sistema de vigilancia policial a través de las cámaras. Betty Pacheco es una vecina del distrito 6 hace 20 años y afirmó que pese a la instalación de cámaras, la cantidad de delitos que se registran no se redujo. "Sé que hay cámaras, pero no veo la diferencia. Vivimos con miedo porque los delincuentes caminan como si nada y sabemos que si denunciamos nos agredirán a nosotros".
Contó que hasta hace un mes, su barrio contaba con el servicio de una empresa de seguridad privada, pero los guardias también fueron golpeados y amenazados por los antisociales, por lo que dejaron de trabajar en el sector.
Una cámara captó a tres cogoteros
Rodrigo Guaraya, jefe del Centro de Monitorización de El Alto, recordó la detención de tres cogoteros, en enero de este año, que se hizo efectiva gracias a que una cámara de seguridad captó la imagen de los delincuentes mientras cometían el delito en la Ceja alteña. "Lo único malo de ese hecho es que los cogoteros fueron liberados por las autoridades judiciales", lamentó el jefe policial.
Dos ladrones fueron detenidos
Milton Ramos, un comerciante de ropa deportiva del distrito 1, contó a Página Siete que hace un par de semanas vio cómo se detuvo a dos asaltantes. "Había un señor vestido con traje y llevaba una maleta. Dos tipos se le acercaron y lo agarraron, le robaron sus cosas y corrieron. Pero los policías del Centro (de Monitorización) los detuvieron", dijo al destacar la importancia de las cámaras
Se evitó violación de 2 estudiantes
En agosto del año pasado, las cámaras de vigilancia captaron a dos adolescentes que fueron obligadas a caminar con delincuentes que tenían la intención de violarlas en el distrito 1 de El Alto.
Según el jefe del Centro de Monitorización, Rodrigo Guaraya, las imágenes muestran el momento en que las jóvenes fueron llevadas a una calle vacía. La Policía llegó a tiempo y evitó la violación.
Fuente: Página Siete.
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